miércoles, 19 de diciembre de 2007

Flexiones

1. Vale, alguien te tiró una piedra desde lo alto y te abrió la cabeza. Manó la sangre. Le devolviste la pedrada u observaste como huía. ¿Por qué seguir farfullando?

2. Vale, un policía te dió un porrazo en una manifestación. Hubieras querido matarlo pero saliste corriendo. No puedes vengarte. ¿Por qué te reconcome la rabia?

3. Vale, resolviste matarle. ¿Cuándo? Mañana por la mañana. El plan está trazado, tienes el arma. ¿Qué vas a hacer esta noche?

4. Vale, resolviste el rompecabezas. El asesino es el mayordomo. ¿Por qué sigues dándole vueltas?

5. "Predator". El dedo del negro calvo sigue apretando el gatillo, pero ya no queda munición en la ametralladora. Se oye el silbido de la bobina eléctrica. Dutch (o Wayne) le grita: "¡Para! ¡Para!"


PREGUNTA: Si ya no quedan más balas, ¿por qué seguir disparando?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Por la inercia? ¿Por costumbre? ¿Por no poder detener aquello que ya fluye sin control? ¿Por acostumbrarse a esto último y regodearse en ello?

Anónimo dijo...

Cierto.
Pero se puede seguir en lo mismo, de otra manera.
Mirando desde el otro lado de la pistola. No el que dispara; el que ve acercarse la bala.
Así recordaremos la sabiduría de Gandalf, sobre el hecho radical de quitar la vida.